Fútbol Internacional — 25 de junio de 2009 | 2:27

El día en el que se desvaneció el sueño de la roja

Un texto de

Verónica Nogales

¿Se acabó el sueño? Esa es la pregunta que miles de españoles se hacen hoy. Será verdad que la selección de los récords, el combinado que fue capaz de unir en un mismo sentimiento a un país entero, el equipo que maravilló a toda Europa con su fútbol y el grupo de jugadores que hicieron felices a varias generaciones de españoles proclamándose campeones de Europa se haya acabado.

La comunión jugadores-afición para siempre

Esos locos bajitos que hicieron historia en la Eurocopa y que pasarán a los anales del fútbol mundial  como la selección de los 35 partidos consecutivos imbatidos y como la que superó a la Argentina de Maradona y el récord mundial de Brasil. Ese grupo de jóvenes jugadores o amigos como ellos mismos se definen, anoche dieron un gran disgusto a todos los españoles al ser apeados de la Copa Confederaciones por Estados Unidos por 0-2.

Ese partido se tardará mucho tiempo en olvidar. Y es que no lo vamos a negar, a todos nos dolió mucho la derrota. Hacía mucho tiempo que no veíamos a España sufrir tanto. Pero aún así nadie dudaba de que esta selección podía obrar el milagro como lo hizo ante Italia. Sin embargo la suerte de aquel balón que lanzó Cesc Fábregas aquel 22 de junio anoche no apareció en ninguno de los balones que Torres, Riera, Mata, Villa, Ramos tuvieron para marcar el gol que condujera el camino hacia la gesta.

Ante los yanquis no hubo gesta ni alegría, sino tristeza porque la llama de la ilusión, de la grandeza de una roja de récords, de una selección imbatible, de un equipo campeón lamentablemente se apagó. Pero lo que nadie podrá robarle nunca al fútbol español son todos los momentos que la selección ha regalado a su país durante estos meses.

Por una vez se ha hablado maravillas de la selección absoluta en todo el mundo, se ha dado como favorita, ha llenado portadas como campeones de Europa y con sus posteriores récords. Estos logros le han valido liderar el ranking FIFA, un puesto que ha suscitado algún que otro pique entre la selección brasileña, que no aceptaba deportivamente que España, una selección perdedora se hubiera convertido en Campeona de Europa y fuera considerada por la FIFA como la mejor del mundo.

El no estar en la final es un palo duro para los actuales campeones de Europa, ya que todo el mundo los colocaba en la final. Y a ellos y a todos les hacía especial ilusión ganar este trofeo, el cual seguramente se tardará mucho en volver. Ahora  ya no hay que lamentarse, sino cambiar el chip e intentar  quedar terceros en el torneo.

Y después del verano empezar a preparar el Mundial, en el que hay depositadas muchas ilusiones. Pero como ha quedado demostrado ir de favoritos nunca es bueno. Por ello, España debe aprender de esta derrota y volver a recuperar la fuerza, la motivación, las ganas y el fútbol con el que se proclamó Campeón de Europa y exhibirlo en el Mundial.
Es sólo una derrota, siempre no se puede ganar. Ahora todos los españoles esperamos que esta derrota sólo sea el comienzo de una nueva selección ganadora y no que sea recordada como el día en el que el sueño de una selección de récord se esfumó.

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